Tras la boda, prometí renovar mi nueva vida de amor por las madrastras. Inicialmente incómodos, pronto superamos nuestras inhibiciones, ahondando en un encuentro caliente. Sin saberlo, esto fue una estratagema de mi hermanastro para reparar su relación rota.
Cuando me mudé con mi nueva madrastra, tuve una misión en mente: darle sabor a su vida amorosa.Ver, ella y mi papá llevaban años juntos, y parecía que su pasión se había desvanecido.Entonces, decidí tomar el asunto en mis propias manos (o más bien, en mis madrastas).Sabía que tenía que empezar lento, así que comencé seduciéndola.La desnudé, revelando su cuerpo maduro, que todavía estaba tan caliente como siempre.Me tomé mi tiempo, tocándola por todas partes, excitándola salvajemente con deseo.Luego, dejé que mi padre se uniera, y los tres compartíamos un trío salvaje y apasionado.¡Fue el mejor sexo de nuestras vidas!Después de esa noche, mi padre y mi madrasdrastra volvieron a ser como amantes jóvenes.Nuestro pequeño secreto hizo que nuestra familia se acercara aún más, y nuestra vida sexual se convirtió en lo mejor que jamás había sido.
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