Una ladrona pequeña es esposada y llevada a una comisaría. El oficial, entusiasta del BDSM, usa su poder para complacerla con dedos anales, empujando sus límites en un extraño encuentro en la oficina.
En un giro extraño de los acontecimientos, una sospechosa que roba en una tienda se encuentra en el recinto, no por su acto criminal, sino por una razón completamente diferente.El oficial de turno, amante del kinky y el fetiche, decide aprovechar la situación.Ata las muñecas de la joven al escritorio, su cuerpo curvilíneo en plena exhibición.Cuando comienza a provocarla, sus dedos se abren lentamente hasta su culo apretado y redondo.Empieza a explorar su puerta trasera con sus dedos, empujándolos más y más profundamente.La sospechoso se retuerce de dolor y placer, sus gemidos resonando en el recinto vacío.El oficial no se detiene allí.Continúa follándole el culo con los dedos, su otra mano sigue atada al escritorio.La vista de sus tetas grandes rebotando mientras la penetra por el culocon sus dedos es un espectáculo para contemplar.Esta escena BDSM hardcore no es para los débiles de corazón, sino para aquellos que aman un pequeño morbo con su sexo.
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