Después de que mi esposo perdió un juego de billar, tuve que saldar la deuda con un encuentro anal caliente.Sus habilidades atléticas fueron puestas a prueba mientras lo cabalgaba con fuerza, dejándolo exhausto y satisfecho.
Mi esposo y yo amamos darle sabor a las cosas en el dormitorio.Pero últimamente, hemos estado tratando de llevarlo al siguiente nivel con algunos juegos salvajes de billar.Un día, perdió un juego y sabía cómo saldar la deuda.Le ofrecí un encuentro anal caliente, que él aceptó gustoso.Mientras me provocaba, no pude evitar excitarme.Se quitó la ropa, dejando ver su físico atlético.Sus músculos glistaban con el sudor, y su herencia brasileña lo hizo aún más irresistible.Suavemente abrió mi culo, listo para meterlo todo.La anticipación me estaba matando, pero sabía que tenía que ver esa gran polla negra entrar profundamente.Le di una mamada profunda, saboreando cada momento.Se tomó su tiempo, disfrutando cada segundo de nuestro encuentro apasionado.Y cuando finalmente se bañó con su caliente y pegajosa leche.Fue un viaje salvaje, pero uno que no cambiaría por nada que.
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