Después de una sesión en solitario caliente, ansié la doble penetración.Mi esposo, un cornudo, se apresuró a cumplir mi deseo.Aseguramos a dos sementales con pollas monstruosas, encendiendo un trío salvaje, arriesgado y erótico.
Después de un largo día de trabajo, me encontré anhelando algo de calidad a solas con mi colección de porno favorita.Abrí una fría, me acomodé en mi reclinador y dejé que las escenas calientes en la pantalla marcaran mi mente en las carreras.A medida que las escenitas calientes se desplegaban en la pantalla, mis dedos se dirigían a mi miembro palpitante, perdido en el placer del auto-placer.Pero a medida que se acercaba el clímax, no pude evitar la idea de ser tomadas por no uno, sino dos pollas duras como una roca.La urgencia de experimentar el doble placer supremo fue abrumador.Pero, ¿qué debe hacer un chico cachondo cuando está solo?Por suerte, la mejor amiga de mi esposa había estado insinuando alguna acción caliente propia.Con un poco de persuasión, ella estaba más que dispuesta a unirse a la diversión.Antes de darme cuenta, ambas estábamos despojadas, listas para una sesión de doble penetración salvaje que nos dejó a ambas jadeando por más jadeos.
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