Montando un enorme consolador es mi deleite final. La emoción de llenar mi coño mojado es inigualable. Anhelo el estiramiento intenso y los orgasmos alucinantes.
Como entusiasta de todas las cosas relacionadas con los juguetes, he acumulado una impresionante colección de gadgets para satisfacer mis deseos insaciables.¿Mi fantasía final? Montando un enorme consolador en el pecho, llenando mi región peluda del más bajo con todo el placer posible.Siempre he sido fan de la línea de juguetes de Bad Dragon, y mi última adquisición, un gigante de 12 pulgadas, no es una excepción.La anticipación de montarlo es casi tan emocionante como el propio paseo.No puedo tener suficiente de la forma en que me llena, estirando mi coño peludo hasta sus límites.La emoción de cabalgarlo, rebotando arriba y abajo en ese enorme eje, es inigualable.Es un baile de placer y dolor, un testimonio de mi amor por todas las cosas relativas a los juguetes.Y cuando terminé, dejé jadeo y satisfecho, mi coñito peludo perforado a fondo por mi nuevo juguete favorito.
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